In a house with unlock Doors… -Parte Cinco

In a House With Unlocked Doors… Parte cinco

Por Sharon Mitchell

Vegas, Baby

Regresando al día en que conocí a la banda en Londres , no pude esperar a regresar a mi casa y subir las cinco o seis fotos que había tomado a Facebook, con un “Acabo de conocer a Green Day en la calle -como tú” en la parte de abajo escrito. Sigiuieron un montón de respuestas de amigos, todos preguntando sobre el encuentro, y yo les respondía mientras que la casilla de los mensajes salían, preguntando cómo se veían. Yo respondí que se veían cansado, sin adaptarse al cambio de horario y con la resaca del cumpleaños de Mike del día anterior, pero respetuosos, generosos y amorosos. Esa persona y yo tuvimos una larga conversación, comenzando lo que se ha vuelto una gran amistad. Resultó ser familiar de un miembro de la banda (no lo pude creer tampoco, pero es cierto, lo juro) y unas semanas después me sugirió que vayamos a Las Vegas a ver el show ahí, porque iba a ser uno muy bueno, y que además ella estaría ahí también. Graham renunció al hecho de tener una esposa que no volara, el viaje iba a pasar .

Cuando dije que sí. El reservó los vuelos en cinco minutos, y estábamos listos para ir a nuestro primer viaje a America.

Vegas era un mundo completamente nuevo. Nos chocamos con el aire caliente que te seca el cabello en Agosto de 2009 y fuimos a Mandalay Bay Hotel que resultaba ser el primer lugar donde sería el concierto. La primera calle que doblamos con el taxi desde el aeropuerto se llamaba Paradise -otra gran coincidencia.

El show era unos días después el viernes 21 , y nos unimos a la cola temprano por la mañana, dentro del edificio con aire acondicionado, y con baños y un Starbucks cerca. Eso era muy civilizado. Sabía que algunos amigos estarían ahí, pero terminamos con una fiesta de aproximadamente 25 personas luego que algunos me sorprendieron con su presencia, y por un milagro, la mayoría de nosotros entramos a la prueba de sonido.

Eso fue fantástico. Tuvimos una presentación privada para 30 personas en total, lo más resaltante fue ver a la banda tocar Misery, pedido por una amiga de NYC, Lauren. Billie se negó a su pedido primero, diciendo que se había olvidado la letra, pero luego Lauren le dijo que se las había impreso, y el dio. Luego que la banda se fue, nos dieron comida y bedidas atrás del escenario, en el “Rock and Roll Room”, también nos dieron camisetas gratis y la oportunidad de jugar el nuevo GD Rock Band. Las baquetas de la batería eran de Tré, y nos dijeron que el había estado jugando antes que llegáramos ahí. Luego de la fiesta, el anfitrión nos dijo que podíamos llevarnos cualquiera de los pósters de la habitación, porque lo salvaríamos del problema d limpiarlos luego- no necesitamos que nos lo dijeran dos veces, y esas baquetas desaparecieron también!

El show fue impresionante, a pesar que no pude conocer a la persona que nos invitó en primer lugar, porque ese era el día que el amigo de la infancia de la banda falleció, y la ceremonia iba a ser en California La banda estaba profundamente triste por la noticia, pero nunca te hubieses dado cuenta por la presentación.

Era un largo camino para sólo ir por un concierto 11,000 millas en total– pero valió la pena cada milla, cada hora que pasaba, cada comida de avión, especialmente porque ganamos tickets para ver el siguiente show en Phoenix, que demoró cinco horas, por cada tramo, manejar desde los desiertos de Nevada y Arizona. Tuvimos un par de días libres en las Vegas antes de irnos de Estados Unidos y regresar a casa, pero prometiendo que regresaríamos para explorar este maravilloso y amigable país.